Hace ya algunos años (en concreto nos remontamos a 2019) que llevar un segundo vestido de novia se ha convertido casi en un imprescindible. Se lo has visto a las influs más «reverentes» y pensarás que su influencia es el motivo principal por el que novias de todo tipo han elegido llevar un look complementario en su boda. ¿Pero cuál es el motivo de una tendencia tan duradera y por qué deberías lucir un segundo vestido de novia en tu boda?

Tejido: @telascaylo
Fotografía: @ivosousaphotography
Novia: @saracantos_
Cómo se crean las tendencias.
Para empezar, te voy a contar de dónde surgen las modas (porfi, guárdame el secreto). Al contrario de lo que pudiéramos pensar, no es la demanda la que dicta las tendencias, sino más bien al revés. Son los expertos quienes definen qué hábitos triunfarán en cada temporada y, después, los introducen subliminalmente en entre la población para que los convirtamos en nuestros. Curioso, ¿no? Piensas que eres tú quien decide y en verdad, están eligiendo tus gustos por ti.
Casi cuatro años han pasado desde que viéramos a las primeras novias cambiándose en algún momento de la celebración para sorprender con un segundo atuendo. Y las tendencias no son tan duraderas. De hecho, suelen durar apenas meses, ¿verdad?
Comodidad y estilo.
La durabilidad de esta moda, que ha terminado por convertirse en costumbre, tiene una explicación que, además, te convencerá de llevar un segundo vestido en tu boda. Y es, esencialmente, la comodidad. ¡Como lo lees! Tu segundo vestido debería adaptarse a los sucesos que tendrán lugar al final de la celebración: lo que suele ser una comida copiosa y el baile con sus consecuentes pasos prohibidos. 😉
Además, también es una cuestión de estilo lo de cambiarse a lo largo de la celebración de la boda. ¿O es que te pondrías lo mismo para ir a misa que para ir de copas? ¡Pues ahí tienes la respuesta!

Novia: @zaidamarquez
Vía: @berlin_bridal_stories
Aunque no te voy a engañar… Cambiarte de vestido en tu boda (hay quienes lo hacen hasta dos veces) también tiene sus inconvenientes. De hecho, no se trata de una tendencia aprobada por todo el mundo. Y es que el cambio de look supone una pérdida de tiempo, digamos. ¡Pero es el único día que vas a ser novia! Asegúrate de hacer lo que verdaderamente te apetezca, a la par que de invertir la mayor parte de tu tiempo con quienes te acompañen en la celebración y con tu pareja. Si la comodidad es un imprescindible para ti, puedes elegir un segundo vestido que económicamente no suponga un derroche y que te puedas cambiar cómodamente para ceder el protagonismo al disfrute. Y si la opción es reutilizable para otras ocasiones… ¡Lo bordas!
Otra alternativa a un cambio de look total, son los vestidos convertibles. De hecho, te hablo de las diferencias entre estos y el segundo vestido de novia en este otro artículo del blog. ¡Está en tus manos elegir qué alternativa te representa más!

Fotografía: @dosmasenlamesa
Vía: @casildasecasa
(Créditos de la imagen de portada).